Soñar de día, es muy sencillo y en las noches mucho más, pero hay días en que lo pienso en cuanto te quiero, cuanto te deseo, soy consciente de que no puedo esperar un final feliz, ya tengo las manos cubiertas de sangre y el pecho desgarrado por mera precaución. El dolor pasado me impide entregarme, me retiene para pensar en un mundo en el que el amor ha ganado a veces en las historias de dos prefiero la realidad y no soñar.
jueves, 22 de septiembre de 2011
No hay lugar para los sueños
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crónicas de ningún lugar
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