Tiempo.

El tiempo es una de mis obsesiones más notables, tengo calendarios de años pasados;tengo muchas chucherías y fotos porque me encanta recordar y amo todo lo retro. Mi forma de poder regresar en el tiempo como en la de todas las personas es la memoria, y me he dado cuenta que yo recuerdo demasiadas cosa, tal vez un día enloquezca, pero aún así puedo decir que hace un año exactamente fue el comienzo de mi nueva forma de vivir.

Hace un año, a Jess se le ocurrió adaptar un cuento mío y volverlo guión, la verdad ese cuento es muy raro, con claras señales de que me encanta leer a Lovecraft, bueno retomando lo que les contaba, decidimos meterlo en un concurso, en el cual el mejor guión era patrocinado y se filmaría. El día último día que teníamos para entregar era el 12 de diciembre, bueno hace un año el 12 fue viernes, fui al centro de Puebla y ahí me encontré con Aura, como no hubo clase de teatro estuvimos esperando a Jessica y pues poco después llego y no llevo a un Burguer King ( nos gusta comer helados y las hamburguesas del lombriz como dice Jess), en una de las mesitas de afuera estaban dos chicos uno se llamaba Benjamín y el otro Samuel, ellos también iban a participar mandando otro guión, después de un rato nos pusimos en marcha porque Samuel quería ir a dejar el guión en persona a las oficinas del concurso

Ahí vamos caminando y después de unas calles, nos dimos cuenta de que no era tan cerca como pensábamos y además ya teníamos hambre , compramos unas conchas y hersheys, entonces decidimos tomar un camión para llegar a las oficinas, total al final no subimos y llegamos.Aura se fue en ese camión porque elal ya tenái qeu irse a su casa.

Lo más divertido pasó a continuación, como ese día era 12 de diciembre habían cerrado ante, Jessica se empezó reír, Samuel estaba enojado y a mí se me ocurrió decirle: “Dalay” y que me contesta todo histérico pero, sin dejar de ser chistoso “maldito monje lo voy a patear”, y Jessica seguía riendo y yo también me empecé a reír. Tomamos el microbús de regreso y al final mandamos el guión por correo y además recuerdo como Jessica se puso medio loca porque creía que los timbres se le iban a apegar en la legua, gracias a dios había una esponjita para que los humedeciéramos. Ese día me divertí mucho, fue de los primeros días en que empecé a poder sentirme feliz de nuevo.